DIPUTACIÓN DE VALENCIA: BAILIA
Año Construcción: s. XV
Situación: Pza. de Manises 4
Intervenciones: Vicente Alcayne, Luis Ferreres Soler, Luis Albert Ballesteros, Guillermo Stuyck Portillo, Alberto Peñín Ibáñez
Contiguo al Palacio de Scala, se conserva el Palacio de Baília, uno de los pocos edificios civiles que ha sobrevivido de la época foral. Representa un esquema palaciego en torno a un patio central, donde recientes estudios arqueológicos han constatado la aparicion de restos de una construccion original de los siglos XIV o XV. Es a principios del XVI cuando se remodela el patio construyendo los grandes arcos de piedra y, probablemente la escalera, obra de maestro competente y conocedor de los avances de estereotomía desarrollados en la década de 1490 por Pere Compte. En 1666 se incorpora el huerto construyéndose el arco de salida al mismo, apreciándose diferencia con los existentes en la solución de las bases de los pilares. Hacia 1840 el edificio debió ser adquirido para transformarse en sede de la Bailía y residencia del procurador general del rey, acometiéndose seis años más tarde una serie de obras de intervención sobre la antigua residencia de los Ferrer. A partir de 1868, fecha de supresión de la institución de la Bailía General, el edificio va a experimentar alteraciones en su imagen llegando a la demolición del frente de edificio de la calle Serranos. En 1883 es adquirido por José Jaumandreu y Sitges que encarga al maestro de obras Vicente Alcayne la reedificación del palacio. El acceso principal al edificio se produce desde la plaza de Manises, espacio representativo actual muy diferente en su traza y dimensiones al que existía en origen. Es de suponer, por ello, que cuando Alcayne presenta su propuesta al entonces propietario, proyecte mantener como elemento significativo la portada renacentista de piedra, planteando la repetición de vanos en la fachada que recae a la calle Serranos. Posteriormente, el inmueble fue adquirido por la familia Jaúdenes, condes de Zanoni, siendo en este caso el arquitecto Luís Ferreres en 1904, el encargado de las obras de renovación en fachada (incorporando el escudo familiar) y en el jardín. En el primer tercio del s. XX interviene José Manuel Cortina, fundamentalmente, con la ejecución de los antepechos de mármol de la escalera principal y entresuelo, de estilo neogótico. En 1952 la Diputación Provincial adquirió el palacio, destinando el piso principal para la instalación del Museo de Prehistoria y la planta baja y entresuelo como oficinas de Hacienda. Las obras de habilitación se desarrollaron entre los años 1955 y 1962, siendo el responsable de las mismas el arquitecto Luís Albert, cuyo proyecto actuaba en el entorno del patio. Fue retomado por los arquitectos Peñin y Stuyck, en la intervención realizada entre 1978 y 1986, conservando su uso institucional.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)