EDIFICIOS ALAMEDA
Año Construcción: 1963 (1964-1969)
Situación: Pso. de la Alameda 1-3, c/ Micer Mascó 2
Durante los primeros años de la década de 1960 se acrecienta el interés municipal por urbanizar el entorno del Llano del Real, donde se encontraban el Palacio de Ripalda y la Feria Muestrario (demolidos ambos en 1969). Este hecho, unido a las determinaciones del Plan General, hizo que las edificaciones existentes en el Paseo de la Alameda (antigua calle del Pintor José Pinazo) empezaran a derribarse para construir otras más altas y mejor adaptadas a los nuevos programas residenciales. En la primera de sus manzanas y en un lugar privilegiado, con amplitud de vistas y grandes zonas ajardinadas, se levantaron estos tres edificios que, pese a no construirse al mismo tiempo, constituyen uno de los conjuntos más unitarios de la época. Cada uno de ellos dispone de sótano-aparcamiento, plantas baja y primera de uso comercial y ocho superiores de carácter residencial (7 y ático retranqueado), excepto en el construido en segundo lugar (Paseo de Alameda nº 1) que, tratado como edificio singular, tiene por encima de aquellas cinco plantas más. Los núcleos de acceso (escalera y dos o tres ascensores) dan acceso a dos o tres viviendas en cada una de las plantas tipo, que utilizan las fachadas y uno, dos o tres patios interiores para iluminar y ventilar todas las dependencias. Son viviendas grandes (Renta Limitada Grupo I) y racionalmente distribuidas, con espaciosas zonas comunes, tres o cuatro dormitorios y cocina ligada a dependencias privadas del servicio. En la tarea personal de buscar un método de proyecto, Miguel Colomina aplica en el primero de estos edificios (Paseo de la Alameda nº 2) innovaciones compositivas que ya había ensayado en Xàbia (Bloque de apartamentos, Playa del Montañar, 1961) y que partían de experiencias italianas anteriores (Julio G. Lafuente, Roma, 1957). La dinámica y asimétrica fachada inicial, extendida luego a la totalidad del conjunto con fuerte componente horizontal, se configura desde el deseo de incorporar el paisaje próximo y a partir de la alternancia de volúmenes cerrados (planos plegados de ladrillo) y abiertos (terrazas semi-hexagonales donde se concentran todos los huecos). Alternancia que permite sin estridencias, y con un número limitado de materiales, levantar la torre en el chaflán, verdadero referente visual de la Valencia moderna.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)