GRUPO RESIDENCIAL ANTONIO RUEDA

Año Construcción: 1965 (1969-1970)

Situación: Avda. Tres Forques, Avda. Archiduque Carlos

Este polígono de renta limitada, destinado a 1.002 viviendas subvencionadas, que se desarrolla en una extensa superficie trapezoidal ubicada en la periferia de la ciudad, constituye una de las últimas y más logradas actuaciones de la Obra Sindical del Hogar.
Inspirado levemente en el Poblado Dirigido de Caño Roto en Madrid, se presenta como una asociación de cinco unidades residenciales de unas 200 viviendas constituidas por dos bloques paralelos de siete plantas y otro de cuatro alturas ortogonal a los anteriores que confinan un espacio ocupado por jardines, equipamientos y un grupo de viviendas unifamiliares (la “casbah cartesiana”, como denominan sus autores). Estas unidades de aspecto unitario y cerrado van adaptándose a las vicisitudes del territorio a partir del crecimiento de su superficie horizontal. Se configuran como casas patio de dos alturas agrupadas en un tapiz cuyo mayor interés reside en los pasajes entre las viviendas por donde se filtra rítmicamente la luz y el sol a través de los huecos producidos por el decalaje de las piezas de habitación en su nivel superior. Otras dos torres de doce alturas cierran el espacio ajardinado en la esquina, dando frente a la rotonda de tráfico. En los bajos de los bloques de cuatro plantas se sitúan locales comerciales tratando de garantizar un barrio autosuficiente. Las células de estas viviendas responden a soluciones más convencionales, si bien correctamente dictadas por su rigurosa traza estructural, una adecuada distribución y cierta opacidad en sus fachadas en aras a preservar la intimidad de sus habitantes.
Separación de circulaciones, higienismo, atención a las orientaciones heliotérmicas, diversidad tipológica y esmero en el tratamiento del espacio público caracterizan fuertemente esta actuación y remiten a las experiencias del Team X y sus reflexiones sobre el hábitat humano. El grupo se plantea así, como una exploración de una unidad vecinal donde cierta complejidad espacial y la variedad en la combinación de edificios y zonas libres cualifique la vida de sus propietarios frente a una extendida ciudad abierta anodina y trivial.
El conjunto se caracteriza por su tejido unitario en su morfología y tratamiento material, y a su vez diverso en la percepción de los distintos espacios. A ello se suma la feliz alternancia de los diferentes bloques, la corrección de los recursos compositivos (horizontalidad de las lamas y los cantos de forjado vistos frente a la verticalidad de los huecos), y su buena factura, hacen de este grupo un modelo digno y coherente de pervivencia de la modernidad en nuestro país. Obtuvo mención en los Premios COACV 1973.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)