JARDÍN DE MONFORTE

Año Construcción: 1859

Situación: c/ Monforte, Plz. Legión Española

La unidad formada por palacete y jardín de Monforte fueron construidos en 1859, según proyecto del arquitecto Sebastián Monleón, sobre una existente casa particular de recreo con su huerto (Hort de Romero) situado en la zona extramuros de Valencia. Declarado Jardín Artístico nacional en 1941, fué restaurado ese mismo año por Javier de Winthuyssen. Desde 1970 es propiedad municipal, fecha en la que se amplió el jardín añadiéndole una franja en su parte oeste. El palacete, perfectamente integrado con el jardín a través de la circulación en crucero por su planta baja, tiene una planta superior cuadrada, formando una cruz griega con cuatro habitaciones en los ángulos laterales. Una linterna ilumina la bóveda de la planta principal adornada por numerosas pinturas al fresco. La terraza superior ofrecía en su tiempo, una vista panorámica de Valencia y su entorno. Fué restaurado en 1985 y actualmente no es visitable, abriendo sólo para la celebración de bodas civiles. El jardín, de corte romántico con episodios neoclásicos, está considerado uno de los mejores ejemplos españoles. En apenas 12.000 m. desarrolla dos zonas principales: una geométrica o parterre viejo, con setos recortados y esculturas italianas de mármol, y otra naturalista mas informal (accesible por el singular patio- jardín secreto lateral de la casa) con gran estanque y montañita artificial plantada de pinos y sotobosque, que alberga una gruta en la parte inferior. El jardín triangular, que a modo de rótula une estas dos partes, recuerda a los jardines arábigo-valencianos: setos de mirto, naranjos de copa alta y fuente con cantinela de agua, enmarcada por arcos de ciprés. El túnel metálico cubierto de Bougainvillea y una rosaleda, completan la planta irregular de este jardín en el que uno de los logros de su excepcional trazado es la transición gradual, casi imperceptible, entre sus diferentes zonas. Los ejemplares de Cupressus, Pinus, Taxus, Ginkgo, Cocculus, Magnolia, etc han alcanzado gran envergadura y consiguen aislarnos del entorno, creando un ambiente de isla verde en medio de la ciudad a pesar de la presión de edificación en su perímetro. Sólo es posible acceder al jardín por la puerta de la ampliación de 1970. Inexplicablemente, no está abierto el acceso natural, a través de la casa, y el visitante debe tenerlo en cuenta porque esto dificulta la lectura y comprensión del espacio.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)