JARDINES DEL REAL
Año Construcción: s. XI-XX
Situación: c/ San Pío V, c/ General Elio, c/ Jaca, c/ Pintor Genaro Lahuerta
Estos jardines, que ocupan actualmente 200.000 m2., son producto de sucesivas intervenciones y ampliaciones sobre la finca de recreo que el rey moro de Valencia Alí Bufat Muley tenía junto al río y donde Jaime I estableció su cuartel cuando conquistó Valencia en 1239. En el s.XV, durante el reinado de Alfonso el Magnánimo, alcanzaron su máximo esplendor. Las plantaciones de mirtos, naranjos limoneros y cidros y los Lligadors d’horts, jardineros valencianos expertos en plantar y guiar estos árboles para darles diferentes formas, eran reclamados en todas las cortes reales, enviando plantas y jardineros hacia Nápoles, Sevilla, Barcelona o Aranjuez. Numerosas crónicas de viajeros insisten en expresar gran admiración por estos jardines y por la forma en que se trabajaban naranjos y mirtos no sólo para hacer figuras, sino también muros y formas arquitectónicas distintas por medio de espalderas y altos setos, introduciendo un nuevo modo de cultivar los cítricos que tendría gran difusión en Italia y en Europa meridional en los siglos sucesivos. Nada se conserva del trazado ni del tipo de vegetación original. Hoy es un parque público de amplios paseos, con un arbolado importante (ver el gran Podocarpus latifolia al final del paseo Antonio Machado) la gran variedad de cupresáceas y palmáceas, las diversas especies del género Ficus y un largo listado de 100 especies arbóreas diferentes además de una gran gama de arbustos que han venido a sustituir lo que fueron naranjos, cipreses y mirtos recortados de los antiguos Jardines del Real. Grandes zonas de césped de los ajardinamientos más recientes, con lago, rosaleda, pajarera, kioscos en las plazas soleadas ó con bosquetes de pinos, juegos infantiles, etc. alternan con otras de vegetación estructurante, menos difusa: paseo de Washingtonias, túnel de hiedra, caminos serpenteantes y setos que bordean macizos simétricos, recordándonos que estamos en un jardín de yuxtaposición de épocas diferentes, en donde se puede encontrar ambientes apropiados para los distintos estados de ánimo. Entre las esculturas, merece especial atención el grupo de las cuatro estaciones situadas junto a la pajarera y representadas por las figuras mitológicas de Venus, Apolo, Diana y Cronos. Datan del s. XVII y fueron esculpidas en mármol blanco por el escultor genovés Giacomo Ponzanelli. A destacar el pequeño jardín contiguo al Museo S. Pío V, al que se accede por la portada de 1697 procedente de la antigua Colegiata de San Bartolomé. El jardín, realizado en 1952 según proyecto de Javier de Winthuysen, aún conserva su trazado y parte de la vegetación, el aroma de los cítricos y el murmullo del agua características de los pequeños jardines y patios valencianos. También cabe reseñar el pabellón, obra de Luis Gay (1965), concebido como restaurante y hoy reconvertido por José Mª Herrera García en Museo de Ciencias Naturales
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 20010)