MURALLA ÁRABE
Año Construcción: s. XI-XV
Situación: Pza. de los Navarros 2, c/ Portal de Valldigna, c/ Salinas, Pza. del Tossal, c/ Caballeros 36, c/ La Nave 2, Pza. del Ángel
A principios del s. XI Valencia sufrió un importante desarrollo, construyéndose una muralla que asumió, seguramente, algunas estructuras de épocas anteriores. Un siglo más tarde, el recinto amurallado se amplió hacia el este y el sur, llegando a comprender la práctica totalidad de la isla fluvial que delimitaban el Turia y un brazo de éste, que sirvió de foso natural en algunas zonas. La distinta cronología entre los tramos noroeste y sureste dio lugar
a diferencias en la configuración de la muralla. La zona noroeste, del XI, adosa al lienzo torres de planta circular, mientras que el resto, del XII, incorpora torres de base cuadrada. En ambos tramos aparece la barbacana, muro almenado previo al lienzo que constituía, con el foso, la primera línea defensiva. La barbacana se añadió a la muralla del XI con posterioridad
a su construcción. Las torres de todo el recinto eran macizas hasta la altura del adarve o camino de ronda que coronaba el lienzo, a partir del cual situaban una estancia abovedada. Los recientes sondeos arqueológicos de la plaza del Ángel revelan que la altura del lienzo es de 8 m. de cortina, alcanzando 9’80 m. con el remate almenado. Su espesor es de 2’20 m. y el de la barbacana de 1’20 m. quedando un camino entre ambos (liza) de 5 m. de anchura. Las torres están separadas aproximadamente 25-30 m. La técnica constructiva empleada
fue mampostería encajonada con traba de argamasa y acabado superficial de capa de mortero, extendido previamente sobre el molde de tapial. Tras la conquista cristiana se mantuvo este sistema defensivo hasta la construcción de un nuevo muro en el s. XIV. Posteriormente, el antiguo foso pasó a utilizarse como colector urbano con cubierta abovedada, amortizándose la liza y la barbacana que se incorporaron a nuevas construcciones. El lienzo pasó a formar parte de los nuevos edificios que lo usaron como medianera, eliminando parte
de su sección para ganar superficie a las viviendas. Se mantuvo la muralla prácticamente hasta el s. XVIII. Dispuso de siete puertas en los principales accesos a la ciudad, hasta que en 1400 se abrió una nueva entrada sobre el muro, el Portal de Valldigna, en forma de arco de medio punto con un leve avance de las impostas. Hoy se pueden contemplar algunos restos de lo que fue este sistema defensivo, siendo el de mayor envergadura el de plaza Ángel – plaza Navarros, con muro y torre. Ésta, como otras, fue vaciada para ser usada como vivienda, siendo un añadido medieval el último cuerpo y el remate, posiblemente modificado después. También quedan restos de torres del XI en Mare Vella (gravemente deteriorada), Caballeros nº 36 (la mejor conservada) y Portal de Valldigna; trozos de lienzo y cimentación en Salinas, Tossal, Horno de San Nicolás y La Nave, estando los tres últimos restaurados y en edificios visitables.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2010)