PALACIO DE LOS MARQUESES DE DOS AGUAS

Año Construcción: 1740

Intervenciones: Antonio Pastor, Ramón Mª Ximénez, Mauro Lleó Serret, Alfonso Fungairiño, Ginés Sánchez Hevia

Sede del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. El origen de la que fuera residencia de los Rabassa de Perellós (posteriormente Dasí), marqueses de Dos Aguas, se remonta a los siglos XIV y XV, como se pudo constatar en las excavaciones realizadas en 1996. Su configuración actual responde a las diferentes intervenciones habidas desde el s. XVIII hasta nuestros días sobre la primitiva fábrica gótica. Hacia el año 1740 Hipólito Rovira efectuó una profunda reestructuración del edificio, con la participación de Ignacio de Vergara y Luis Domingo. De esa época es la monumental portada barroca de alabastro realizada por Vergara, siguiendo los dibujos de Rovira, que forma un conjunto abigarrado y muy efectista. Comprende dos alturas; arriba preside la imagen de la Virgen y, abajo rodeando la puerta, dos caudales de agua en alusión al marquesado, dos atlantes y otros elementos iconográficos. Durante el siglo XIX se efectuó otra importante intervención, según el proyecto de Ramón Mª Ximénez Cros de 1863, que recubrió las fachadas con estucos de imitación marmórea, añadiendo balaustradas, impostas, recercados de huecos, etc., que armonizan con la gran puerta de alabastro, dando al edificio su actual aspecto de acusado estilo neorococó.La habilitación para museo se llevaría a cabo del año 1950 al 1954 por los arquitectos Mauro Lleó y Antonio Pastor. Cuestionada y cuestionable sería la intervención ejecutada entre 1969 y 1971 por Alfonso Fungairiño, quien proyectó una ampliación mimética del palacio que, entre otros objetivos, buscaba aumentar la monumentalidad del mismo. Tras varias actuaciones puntuales de restauración y consolidación, el estado del palacio aconsejaba acometer un plan integral de restauración, basado en criterios científicos, que incluyera excavaciones arqueológicas y un proyecto museográfico. Las obras se realizaron entre los años 1991 y 1998, con proyecto y bajo la dirección del arquitecto Ginés Sánchez Hevia, resultado de la cual fue, entre otros aspectos reseñables, la recuperación del palacio decimonónico
en las plantas baja y primera, convirtiendo de este modo el propio edificio en la primera pieza expositiva del museo. El patio de acceso, la escalera imperial rematada por una cúpula vaída con pinturas al fresco de Rovira, el Salón de baile, la Sala pompeyana, el oratorio, el Salón chino y otras estancias palaciegas permiten al visitante trasladarse al s. XIX. Además de la espléndida colección de cerámica, expuesta siguiendo un recorrido cronológico, destaca la colección de carrozas y carruajes que se muestra en las antiguas caballerizas del palacio. En la actualidad continúan los trabajos de mejora y ampliación de las instalaciones. La acertada reurbanización de su entorno ha mejorado sensiblemente el espacio urbano circundante.

 

(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. +Información)