PARROQUIA JESÚS MAESTRO
Año Construcción: 1964 (1966-1967)
Situación: c/ Escultor José Capuz 8
En 1959, de acuerdo con el Plan de Reajuste Parroquial, el Arzobispado compró una serie de solares en lugares estratégicos del extrarradio de la ciudad, entre ellos el destinado a albergar la Parroquia de Jesús Maestro que había sido creada en noviembre de 1957. Para financiar las obras hubo que vender una parte importante del solar inicial, con la esperanza de conseguir el espacio vecino que estaba ocupado por las vías del ferrocarril Valencia a Tarragona y Grao, entonces en trance de desaparición. Con esta idea los arquitectos proyectaron en 1964, de acuerdo con la liturgia posconciliar, no solo un templo para el culto, sino un conjunto de dos edificaciones destinadas a distintos servicios, todos ellos unificados por su encuadramiento en la proyección pastoral de la parroquia. La única fase construida (1966-67) responde a las características finales del solar con volúmenes prismáticos que solucionan problemas de medianerías y que, al mismo tiempo, se adaptan adecuadamente a la variante sección que presentan los espacios interiores. En la zona más próxima a la calle se sitúan en planta baja los accesos, sacristía, despacho y aseos; en la primera el coro y locales de actividades pastorales; en la segunda el salón de actos; y en las siguientes la escalera de acceso al campanario. El recinto sagrado se encuentra en el interior, es de planta rectangular con corredores laterales y el presbiterio en su centro, donde en diferentes niveles y transversalmente al eje de la nave se ubican los polos fundamentales del culto litúrgico en los aspectos comunitarios (sede, ambón, altar que permite celebrar en los cuatro lados y sagrario). Los tres ámbitos de la iglesia están perfectamente delimitados, tienen alturas de techo distintas (15, 18 y 5 m.) y reciben luz natural, el presbiterio a través de amplios ventanales situados en la parte más alta y el resto mediante una larga vidriera horizontal colocada en la parte derecha. Es este un espacio interior casi infinito, dotado de funcionalidad litúrgica (Ramón Vázquez Molezún era un experto y asesoraba de estas cuestiones desde las páginas de la innovadora revista “ARA”, cuyo primer número apareció en Madrid en julio de 1964) y de pureza arquitectónica y artística, conseguidas éstas mediante una rigurosa selección de materiales constructivos (hormigón, ladrillo, terrazo, madera y pintura) y mobiliario sacro (diseñado por los propios arquitectos) , y también por la bondad y exacta colocación de las escasas obras de arte (vidriera de Manuel Sánchez Molezún e imagen de Jesús Maestro de Amadeo Gabino Úbeda). El singular tratamiento de los exteriores (volúmenes de marcadas aristas, superficies de ladrillo con texturas diversas, forma y secuencias de huecos adaptadas a las particularidades de las dependencias interiores, etc.) caracteriza la obra de estos importantes arquitectos en esta década y muestra su atracción por los trabajos de arquitectos holandeses anteriores, como el grupo Wendingen o W. M. Dudok.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)