PUENTES HÍSTORICOS
Año Construcción: s. XIV-XVIII
La ciudad de Valencia, tras elevar definitivamente los protectores pretiles entre 1591 y 1729, se comunicaba con los territorios del norte mediante cinco grandes puentes pétreos, cuyas trazas finales son deudoras de la mejor arquitectura medieval. El primero, río abajo, es el de San José (143 longitud total y 9’9 m. ancho del tablero), también llamado Nou o Nuevo por ser el más moderno de los históricos. Pertenece, como los demás, a la clase carretero, fue construido entre 1604 y 1607 bajo las órdenes de Jeroni Negret y Sebastià Gurrea, y consta de trece bóvedas escarzanas con pilas dotadas de tajamares triangulares. En 1906 su calzada fue ensanchada por los dos lados con bóvedas rebajadas apoyadas entre las partes más sobresalientes de las pilas, y con motivo de ello se retiraron las dos imágenes colocadas en 1693 entre las bóvedas tercera y cuarta. Desde 1951 posee en su pretil izquierdo una escultura de San José, realizada por Octavi Vicent y sufragada por el gremio de falleros. El segundo es el de Serranos (159’7m. y 11’2 m.), conocido como al-Qantara por los musulmanes y superior por los cristianos. Su aspecto actual procede de 1518 y sus obras se llevaron a cabo bajo la dirección de Juan Bta. Corbera. Está formado por nueve bóvedas escarzanas con gárgolas en los tímpanos y tajamares triangulares, y dispone de escollera (rampa escalonada) en su encuentro con el pretil de la margen derecha que permite el acceso al antiguo cauce, ahora sin agua. El tercero es el de la Trinidad (158’5 m. y 10’4 m.), conocido antiguamente como el de els Catalans. Es el más antiguo de los puentes históricos (1356-1402) y fue reedificado tras la riada de 1517. Tiene una pronunciada convexidad y está compuesto por diez bóvedas apuntadas, apoyadas en pilas rematadas con tajamares triangulares y sombreretes. Conserva parte de las dos escaleras centrales que, aguas abajo, se adosaban al pretil del puente, y desde 1947 tiene dos esculturas del genovés Giacomo A. Ponzanelli procedentes del puente de San José. El cuarto es el del Real (171 m. y 27’5 m.) y fue construido de nueva planta entre 1594 y 1599 tras adjudicar las obras a Guillem Salvador, Jeroni Negret, Francesc Antón y Joan Pascual. Proyectado ligeramente oblicuo, tiene diez bóvedas escarzanas apoyadas en nueve pilas con tajamares apuntados y dos estribos embutidos en los muros del cauce. Se le añadieron pretiles, bancos y dos estatuas bajo casalicios (1603 y 1683), que fueron destruidas en 1939 y sustituidas más tarde (1945) por otras que representan a los mismos personajes que las originales (San Vicente Mártir y San Vicente Ferrer). En 1968 perdió la escalera central, al ser drásticamente ampliado para acoger en seis vías un intenso tráfico rodado. Y el quinto es el del Mar (160 m. y 8’35 m.) que, situado extramuros, comunicaba la ciudad con el puerto y los poblados marítimos. Fue levantado entre 1592 y 1596, levemente girado con respecto al eje longitudinal del cauce y sobre diez bóvedas apuntadas que descansan en grandes pilas con tajamares triangulares. Su pretil dispone de bancos y elementos decorativos de piedra, y en 1673 se erigieron sobre él dos casalicios con imágenes de la Virgen de los Desamparados y San Pascual Bailón. Entre 1933 y 1935 se hizo peatonal, según proyecto de Javier Goerlich, sustituyendo las rampas de acceso por escalinatas y bancos.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2010)