REAL BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS
Año Construcción: 1653
Situación: Pza. de la Virgen 9
Desde la Edad Media se había venerado la imagen de la Virgen de los Desamparados en una capilla de la Catedral de Valencia, decidiéndose en 1623 construir una capilla mayor. Tras la desaparición de la peste de 1647, atribuida a la Virgen, se decidirá la construcción de un nuevo templo exento, solicitándose trazas a varios arquitectos de diferentes lugares. Fue el conde de Oropesa, uno de los promotores de la fábrica, quien escogió el diseño definitivo que ejecutaría el maestro requenense Diego Martínez Ponce de Urrana a partir de 1653. No se conoce al autor de la traza, si bien se viene considerando que fuera de la mano de este mismo maestro, del que se conoce su participación en la Catedral o San Juan del Mercado. La novedosa planta oval contenida dentro de una caja cerrada se puede relacionar con la Iglesia de Santa Ana de los Palafreneros en Roma, de Vignola. Originariamente la cúpula estuvo iluminada por la linterna que se aprecia desde el exterior y decorada con esgrafiados blancos, conservados todavía sobre la nueva cáscara que se construiría para servir de soporte
al impresionante fresco de Palomino (1701). Los muros se reordenarían según proyecto de Miguel Navarro (1819) con pilastras de mármol y decoración rococó, destacando los medallones pintados por José Vergara. De la misma época data el nuevo altar mayor, proyectado por Vicente Gascó y ejecutado por el también arquitecto Vicente Marzo. Desde el 2005 se vienen realizando distintas intervenciones a cargo de la Universitat Politècnica.
(Texto extraido de la «Guia de Arquitectura de Valencia» CTAV 2007. + Información)