4 de julio, 2017

El VI Debate Ciudad evidencia que la infraestructura verde es clave para planificar la ciudad del futuro

Nota de prensa del Colegio de Arquitectos de Valencia
5 de julio de 2017

 

 

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El VI Debate Ciudad ha abordado una cuestión ampliamente debatida en los últimos meses: la incidencia de la infraestructura verde en el diseño y ordenación del territorio y de las ciudades de nuestra Comunidad.

 

Los planes de alcance supramunicipal como el PATIVEL (Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral) y el PAT de L’Horta (Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización de L’Horta de València), actualmente en tramitación y que por primera vez vincularán a los planes generales de las municipios valencianos, también han sido ampliamente tratados.

 

 

En esta ocasión han sido Lluís Ferrando, Director General d’Ordenació del Territori, Urbanisme i Paisatge; Bárbara Pons, doctora arquitecta, urbanista y paisajista en el Departament d’Estretègia Urbana de Barcelona Regional; Cristina Alonso, arquitecta municipal de Meliana; y Carles Dolç, arquitecto y miembro de la asociación Per L’Horta, los expertos convocados por el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV) para abordar cuestiones como infraestructura verde e infraestructura gris, la infraestructura verde metropolitana, el ámbito litoral así como la infraestructura verde en el diseño urbano de la ciudad.

 

 

En un momento de transición en el que se está dando el paso de un urbanismo gris a uno en el que manda la infraestructura verde, El CTAV no podía permanecer ajeno, motivo que impulsó a Mariano Bolant, presidente del colegio, a abrir sus puertas para hablar sin miedo sobre este tema y debatir sin restricciones “sobre una cuestión que es un modo de vida y todos llevamos en nuestro ADN”.
El representante de la administración autonómica, Lluís Ferrando, se mostró contundente al afirmar que el suelo no urbanizable “ha venido siendo un suelo al que no se le ha hecho ningún caso desde los planes urbanísticos” pero eso actualmente ha cambiado porque “ahora la infraestructura verde ya no es residual, es clave para planificar”. Una planificación que, a su juicio, debe darse a nivel supramunicipal ya que los ciudadanos hacemos vida más allá de la ciudad. “Valencia -dijo- tiene todo a su alrededor: la costa, la huerta, la albufera pero a lo largo de estos años estos espacios han venido sufriendo el mayor maltrato y desprecio posible por parte de quienes nos gobernaban”. “Hemos estado ciegos” concluyó.

 

Por su parte, Bárbara Pons, aclaró que el concepto de infraestructura verde “engloba cosas que ya existían y que estaban legisladas como los espacios verdes urbanos, el arbolado de la calle o los parques fluviales”. Para esta arquitecta el tema de la conectividad y la infraestructura asociado al verde son dos ideas  muy potentes para cambiar el chip del urbanismo basado en la infraestructura gris. Pons comenta que “el diseño urbano ha estado dominada desde la década de los 50 por el coche, dándose prioridad a las infraestructuras de movilidad para el diseño de las ciudades. “Con el paso del tiempo y la aparición de nuevos retos urbanísticos -continúa explicando- nos damos cuenta que la parte verde que tradicionalmente se consideraba un maquillaje cobra una relevancia fundamental al mismo nivel que la infraestructura de movilidad. Este concepto debe ser la base de la planificación a escala territorial y local para las ciudades verdes del  futuro”.
Precisamente en esa idea de lo local quiso incidir Cristina Alonso, conocedora por su experiencia como arquitecta en Meliana de la realidad municipal, “el planteamiento de la infraestructura verde y de la protección de las áreas verdes, de huerta y litoral pasa por un aspecto supramunicipal. Los municipios tienen una realidad muy diferente los unos de los otros y ese es el aspecto sobre el que tenemos que trabajar”, incidió.

 

Una huerta que, a juicio de Carles Dolç, “todavía estamos a tiempo de proteger”. En este sentido, Dolç indica que las iniciativas puestas en marcha por la Generalitat “son fundamentales y trazan  una perspectiva de futuro viable”. Sin embargo, todavía hay que implicar al conjunto de  la sociedad para que deje de ver que es una cuestión de los pueblos más imbricados en la huerta o de un grupo de gente preocupada “tenemos que llegar a comprender que necesitamos la huerta, por razones diversas de índole climatológico, de soberanía alimentaria o de recuperar la simbiosis con la naturaleza”.

 

Tras la intervención de todos los ponentes se abrió un interesante turno de intervenciones al publicó en el que se evidenció el énfasis por proteger todo nuestro potencial verde, la importancia de recuperarlo para mejorar nuestras vidas o la necesidad de interconectar todos los espacios verdes que circundan nuestra ciudad. En definitiva, de dejar de hacer un urbanismo pensado exclusivamente en términos económicos para dar paso a uno que trabaje el reto de lo verde como sinónimo de calidad de vida.